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¿Por qué con música?

“La música también imita lo real […]. Ud. encuentra efectivamente, una precipitación, una desaceleración, una concentración de notas, si se trata de una música de notas, que es el calco de lo que se podría encontrar en una toma fotográfica, por ej. o en una representación física cualquiera de un desplazamiento. Es uno de los factores, existen otros, que permiten comprender cómo la música evoca un movimiento, una situación vivida, o bien incluso, y justamente a causa de todo eso, sentimientos."


(François Delalande, “La música es un juego de niños”)

Resulta curioso cómo la tendencia a organizar el sonido, lo que en nuestra sociedad tendemos a llamar música, es común a todas las épocas y culturas.
Desde el momento de la concepción y a lo largo de toda nuestra vida, las personas recibimos multitud de experiencias sonoras y corporales que nos comunican con el entorno, muchas de las cuales no son susceptibles de trasladar al código verbal y que sin embargo explican una parte importante de lo que somos y sentimos. Así, ya
estando en el vientre materno, los input que nos informan sobre el estado del medio, transmitiéndonos seguridad o peligro, actividad o calma, son en buena parte patrones rítmicos recibidos en forma de vibraciones y sonidos.
Esta relación cuerpo-sonido tan arcaica explica buena parte de las reacciones corporales a la música que nos acompañan constantemente y nos distinguen a unos/as de otras/os en función de nuestro tempo particular. Pero la música tiene una influencia en nuestra vida a muchos niveles (y no sólo el biológico):

 

  • Nuestra historia emocional y las experiencias sonoras que nos rodean tienen un gran peso en la construcción del Yo y en la definición de nuestra identidad personal.
  • Los ritmos y armonías que han impregnado el entorno en que hemos aprendido a ser personas hacen que la música juegue un papel relevante en nuestra identidad cultural.
  • Por otro lado, la música cumple una función central en muchos de los rituales que nos ponen en relación con los demás, teniendo así un papel social muy importante.

La musicoterapia nos ayuda a conectar con esa parte de nosotros y nosotras mismas, expresarla, analizarla, y poner en relación esos distintos niveles de forma que pueda ayudarnos en nuestro desarrollo personal y social.

La Musicoterapia

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